Lisa Mandel retrata la cruda realidad de los hospitales psiquiátricos de los años 60 en Francia,
basándose en el testimonio de familiares y amigos enfermeros en aquella época: establecimientos
insalubres, mezcla sin ton ni son de todo tipo de enfermos, tratamientos bárbaros...
La autora cuenta la vida cotidiana en esas cárceles arcaicas y precarias, donde conviven médicos y
enfermos, donde se practica todavía el electroshock, la lobotomía o la "cura de sueño"... y donde
abusos y humillaciones son el pan de cada día.
Lisa Mandel ausculta, con un dibujo ligero pero sin piedad, el mundo de la psiquiatría todavía
balbuceante, desvelando un mundo aparte, poco conocido, fascinante y escalofriante. Hablando
del proyecto inicial, dice: "Al principio, pensaba hacer algo ligero, envuelto de humor negro, con
anécdotas insólitas. Pero rápidamente me enfrenté a un universo muy oscuro y perturbador. No era
del todo consciente de esa realidad antes de sumirme en ella".