Un hombre solo quizás no pueda frenar la maldad, pero sí puede investigarla. Lew Archer es ese hombre
dispuesto a descubrir la maldad que se camufla en la vida cotidiana. Un viejo conocido, abogado, reclama a Archer para
que investigue la desaparición de un magnate del petróleo, que pronto emerge como un secuestro a cambio de cien mil
dólares. Es lo que, en cierto modo, esperaba Archer en una América poseída por la codicia y por la violencia, un tiempo
en el que miles de hombres han vuelto de la II Guerra Mundial y aún no han logrado ni olvidar ni encontrar su lugar en
el mundo. Las vidas habían perdido valor y el dinero reemplazaba cualquier creencia. Pero, como sabe Archer, a veces
hay que mirar más cerca para darse cuenta de que la ambición no conoce ni a padres ni esposos. La primera novela de Lew
Archer, publicada en 1949, dibuja ya a ese detective emblemático, duro y profundo que ha cautivado a millones de
lectores en todo el mundo.